El Hombre Libra
Este hombre es un gran consejero. Tendrá la solución correcta para todos tus problemas, y una respuesta para cada pregunta que le hagas. Pero no esperes de él la respuesta a tus sueños como doncella: algunos te los cambiará, y te discutirá los otros. Su hábito de racionalizarlo todo, incluso el amor, te sacará loca... o te dejará en la impotencia de la derrota.
Cuando el hombre Libra te atrape con su encanto, no te será fácil escapar. Si lo intentas, te persuadirá con argumentos tan lógicos e inteligentes que no podrás rebatirlos a menos que te hayas graduado en Derecho. Pero es tan caballero y gentil que el corazón se te derretirá y a partir de ese momento, sus sueños serán tus sueños, y nada te importará tanto como hacerle feliz.
Cuando el hombre Libra te atrape con su encanto, no te será fácil escapar. Si lo intentas, te persuadirá con argumentos tan lógicos e inteligentes que no podrás rebatirlos a menos que te hayas graduado en Derecho. Pero es tan caballero y gentil que el corazón se te derretirá y a partir de ese momento, sus sueños serán tus sueños, y nada te importará tanto como hacerle feliz.
Hay que ser una mujer de corazón muy duro para resistirse a la sonrisa de Libra. Su encanto no es como la persuasión hipnótica de Escorpio. La atracción de Libra es lógica y real, de ninguna manera sobrenatural. Por otra parte habrá veces en que la balanza de Libra se enloquezca a fuerza de contradicciones y tendrás que gritarle al lago para conseguir que te preste atención. No seas tan ingenua como para pensar que el amor será terso y eternamente tranquilo, por más que su signo esté regido por Venus. Si recuerdas bien la mitología romana, sabrás que Venus tenía sus días de descanso.
Para el varón Libra, tomar una decisión es una tarea agotadora; y una vez tomada, si sospecha que cometió un error, puede cambiarla sin previo aviso. La palabra amor y la palabra Libra son prácticamente sinónimos. Libra inventó el romance, y lo refinó hasta convertirlo en un arte. Se valdrá con facilidad y soltura de todas las tretas, y rara vez se le escapará la chica. Sin embargo, cuando la haya conseguido, no siempre sabrá que hacer con ella. ¿Se aprovechará del desvalimiento de ella, o le propondrá matrimonio? ¿O las dos cosas? ¿O ninguna? La batalla mental se inicia, y vivir en el jardín del Edén con un Adán de este tipo puede ser lo menos parecido a un éxtasis.
Hasta los noventa años, por lo menos, Libra no perderá interés en el sexo opuesto. Si es feliz en su matrimonio, puede ser un interés puramente académico, pero es una materia que jamás le aburrirá. Como al varón Libra el arte de amar se le revela con tanta facilidad y como casi siempre sus excursiones románticas terminan coronadas por el éxito, se enmaraña con muchísimas enredaderas.
Para él, ser injusto es un crimen. El deseo de no mostrarse cruel puede llevarle a un matrimonio equivocado, cuyo destino no puede ser otro que el divorcio. Es imposible negar la tendencia a la versatilidad en los hombres Libra. Especialmente durante la juventud, tienden al jugueteo. El impulso natural de Libra le lleva a estimar las posibilidades de una mujer de cada tres o cuatro que encuentra, para ser su auténtica compañera del alma. Es frecuente que sufra una confusión irremediable entre amistad y amor.
Para él, ser injusto es un crimen. El deseo de no mostrarse cruel puede llevarle a un matrimonio equivocado, cuyo destino no puede ser otro que el divorcio. Es imposible negar la tendencia a la versatilidad en los hombres Libra. Especialmente durante la juventud, tienden al jugueteo. El impulso natural de Libra le lleva a estimar las posibilidades de una mujer de cada tres o cuatro que encuentra, para ser su auténtica compañera del alma. Es frecuente que sufra una confusión irremediable entre amistad y amor.
Lo sorprendente, con todos sus tanteos y experimentaciones, es que los varones Libra no anden más frecuentemente con el corazón destrozado. Son capaces de olvidar con ofensiva rapidez. Es posible que reciba algunas magulladuras, pero las heridas no serán permanentes, salvo en casos muy excepcionales; entonces, pueden ser devastadoras más allá de todo lo imaginable, pero eso sucede tan rara vez que no encontrarás muchas excepciones a la regla. Es más fácil encontrar a un hombre Libra, blando de corazón y desprevenido, en las garras de una mujer apasionadamente decidida que le ha metido en la cabeza que abandonarla sería un pecado. Atrapado en semejante red, Libra puede ser un desdichado prisionero del amor; pero los dos extremos son excepciones, y la mayoría de los hombres de este signo se las arreglan para mantener una libertad que les permita disfrutar del romance en la mayor medida posible, sin dejarse atar por lazos sentimentales.
A Libra no le interesa demasiado desenterrar tus secretos. Es frecuente que se le escapen cosas que pasan bajo sus propias narices. Todo el mundo se dará cuenta, salvo él. Aunque discuta hasta que el infierno se congele, su propósito no es rastrear motivaciones personales, sino recrearse en teorías abstractas, para poder llegar a un juicio equilibrado. Brillante en la lógica y astuto en la nacionalización, discutirá los pros y los contras, y su conclusión será la mayoría de las veces certera, exacta, sensata y práctica.
Si eres derrochona, deducirá que es arriesgado darte crédito.Si eres ahorrativa, lo único que a él le interesará será estudiar cuidadosamente tu frugalidad para formarse un juicio exacto de tus costumbres; no sentirá ningún deseo de descubrir tu miedo secreto a perder la independencia, al ser pobre.
Tampoco es tan fisgón ni hablador como parece, lo que hace que sea enormemente confiable, pero un poco duro para los sentimientos de uno. Puedes confiar tranquilamente en él, pero te hará sufrir cuando te des cuenta de que ni siquiera sospecha tus necesidades más íntimas. Aunque quiera complacerte, será raro que muestre la suficiente comprensión para que satisfaga todos tus anhelos (salvo que tenga un signo de agua en el ascendente, o que la Luna este en un signo de agua).
El simple hecho de que sea un amante experto no basta para que en relación con tus estados anímicos sea la personificación de la empatía. Ya le cuesta bastante hacer frente a los suyos propios. Nada puede ser más irritante que lo que sucede cuando corres hacia él a contarle lo profundamente que alguien te ha herido. Tú quieres que te compadezca, y ¿con qué te encuentras? Su primera pregunta será: <<¿Y tú que le hiciste?>>. Después te hará ver que tú estabas igualmente equivocada, hasta que sientas deseos de gritar de indignación insatisfecha. Esta incapacidad de Libra para advertir la necesidad de su pareja de hallar una comprensión profunda siempre provoca problemas. Puede parecer increíble que sea tan intuitivo para lo abstracto, tan brillantemente lógico en sus deducciones, tan capaz de pensar con claridad y de mantener bien abiertos la mente y los ojos, y que sea tan irritantemente obtuso para todo lo que a uno puede hacerle sufrir o vibrar por dentro. Pero es una de esas incongruencias con las que tendrás que aprender a vivir, si es que vas a vivir con Libra. Claro que con su gentileza se hace más fácil de soportar.
A menos que en su carta natal haya influencias desfavorables, Libra no será rígido con el presupuesto. Le gusta gastar en los objetos o actividades que en su sentir proporcionan belleza o felicidad. Prepárate a ser una buena ama de casa, porque vuestro hogar será un centro de hospitalidad, casi a cualquier hora del día o de la noche (salvo durante los períodos en que el necesita descanso, porque entonces no le gustará que le molesten).
No le arrastres a lugares atestados donde tendrá que sentir la presión de los cuerpos y donde el ruido ofenda su espíritu de armonía. Una multitud de extraños afecta su equilibrio interno. Todo Libra siente un rechazo instintivo ante el contacto físico con la humanidad en masa. Su vida social estará condimentada con gente inteligente y chispeante, pero cuando el grupo supere el par de docenas de personas, Libra saldrá corriendo en busca de aire.
El camino más rápido hacia el desinterés que te llevará al divorcio es tener la casa en desorden. Mantén la radio y el televisor con poco volumen y procura que los olores de la cocina no lleguen a sus delicadas narices. La mujer que le haga usar toallas de papel en vez de servilletas y que deje fuera de su sitio la botella de leche o el paquete de cereales se encontrará antes de lo que espera viviendo la vida no tan alegre de divorciada. Para escapar de la desarmonía se refugiará en siestas cada vez más largas, y saldrá solo más noches cada vez, hasta que finalmente se rompa por completo la comunicación. Él puede ser tan descuidado como seis cerdos, pero esperará que tú recojas los calcetines.
El varón Libra aborrece la confusión, y necesita armonía para mantener su estabilidad. Su hogar debe ser un bello oasis tranquilo que le aísle de la ruidosa discordia del mundo exterior, para que su balanza no esté permanentemente desequilibrada. Como él rara vez indaga en los motivos, tu tendrás que ser lo bastante despierta para adivinar por qué nunca está en casa, o porqué cuando está se pasa todo el tiempo durmiendo. Recuerda que la introspección no es su fuerte, de modo que la analista tendrás que ser tú.
Los niños siempre saldrán ganando con su sentido de la justicia. Él cuidará de que los mayores no se aprovechen del pequeño, o de que los pequeños no estropeen la bicicleta de los más grandes. Un padre Libra ejercerá la disciplina con tranquila autoridad, y tratará de dar una razón lógica para el castigo, que rara vez será administrado bajo los efectos de la ira. Como tú, los niños se derretirán bajo su encanto y, también se fastidiarán ante sus constantes debates y discusiones. Un hombre Libra, no suele esperar con entusiasmo el nacimiento de los hijos, pero cuando han llegado advierte que su amor es más grato que la soledad y se sumerge en su condición de padre con sincero deseo de disfrutarla; normalmente, termina siendo un papá embobado. Sin embargo, jamás permitirá que su afecto de padre ocupe el lugar del sentimiento romántico que le liga a su mujer. Para los nativos de este signo, hombres o mujeres, la pareja es lo primero, los retoños lo segundo. Y no temas que su amor por ti disminuya a medida que aumenta la familia... siempre y cuando los platos sucios no se amontonen en la cocina.
Si estás enamorada de un Libra, adelante: ve y proponle todo lo que quieras proponerle, incluso el matrimonio. Se sentirá aliviado de que tú tomes la iniciativa. Pero ten cuidado con esa veta de perversidad que le lleva a dejarte decidir a ti y después, cuando las cosas no marchan bien, señalarte que: <<Tú tomaste la decisión, no yo>>.
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