El Hombre Sagitario
Los hombres Sagitario tienen la costumbre de correr por las calles con una espada defendiendo causas, y también la peculiaridad de andar dando tumbos como payasos en el circo, mezclándose con los elefantes y con la mujer barbuda y recogiendo alegremente grandes copos de azúcar de algodón. Recurriendo a ciertas maniobras, es posible capturarle, pero primero hay que conseguir que se baje del caballo blanco, que se aleje de los elefantes y... naturalmente, la mujer barbuda tendrá que desaparecer. Las causas y los circos no dejan demasiado tiempo para la vida de familia, ni siquiera para estar afectuosamente cogidos de las manos.
El entusiasmo idealista y la curiosidad de un hombre Sagitario son contagiosos. Claro que a veces esa inocente exuberancia puede desbocarse un poco. Es posible que te lance al aire en un momento de loca e impetuosa euforia... y se olvide de recogerte.
Estará casi siempre rodeado de una multitud; para acercarte a él tendrás que abrirte camino entre toda esa gente. Pero no te pongas pesimista, porque este hombre es la personificación del optimismo. Es un optimismo que puede ser peligroso, ya que no es más que una forma de <<fe ciega>>. Esto puede llevarle a una confianza demasiado ingenua que le haga caerse por los charcos. Claro que es fácil caer en los charcos cuando uno va corriendo con un arco y una flecha, mirando siempre hacia el cielo en busca de alguna meta tan elevada que nadie ha tenido jamás el valor de apuntarle... o la absoluta falta de sentido común de proponerse alcanzarla.
Sagitario no es un soñador; sus sueños están siempre sometidos a la lógica implacable y la curiosidad compulsiva de Júpiter, y si resisten la investigación a que se les somete, entonces es probable que resulten tan prácticos como estrafalarios, aunque el mundo no esté todavía maduro para ellos. Una vez ha llegado a la conclusión de que hay alguna esperanza de realizarlos, Sagitario saca su caja de colores y pinta sus sueños prácticos con la imaginación más vivida y desatada que se pueda imaginar.
Su imaginación exuberante puede ser causa de tropiezos y de que las cosas le vayan mal. Pero la Fortuna se especializa en rescatarle justo a tiempo. Sagitario es por lo común hombre de tanta suerte que da asco, y es ilegal.
En el amor: tiene suerte. Y cuando no la tiene, se recupera con rapidez. Se muestra parcial en cuestiones de honradez, pero esa es su única parcialidad; por eso tiene tantos amigos y gente que le quiere bien. Dirige su mirada mas allá de la apariencia
externa de las personas, en busca de un valor más auténtico e intrínseco. No es que no tenga enemigos; los tiene, pero muchos menos de los que pueden acumular otros signos solares.
El pecado del varón Sagitario es la falta de tacto y el atolondramiento, pero no la crueldad deliberada. Su manera de hablar es directa. Es capaz de decir cosas horrorosas. Tienes todo el derecho del mundo a ofenderte si un Sagitario a quien acabas de conocer se te queda mirando con sus ojos brillantes y despiertos, y suelta algo como que eres exactamente el tipo de mujer que un hombre elegiría como querida. Cuando estés a punto de darle con algo en la cabeza, pondrá el gesto más inocente e infantil y te explicará con ingenuidad que lo que quería decir es que en la Edad Media los reyes hacían matrimonios de conveniencia. Entonces, la esposa solía ser una criatura fea y sin gracia, por más sangre noble que tuviera. En cambio, la querida era hermosa y deslumbrante, el tipo de chica con la que ellos habrían querido casarse. Es posible que su explicación consiga calmarte.Claro que no todas las mujeres aceptarían tan rebuscada explicación para una evidente torpeza, pero no importa. Aunque sus victimas estallen indignadas, cuando la cólera se enfría, vuelven a ser grandes amigas de Sagitario.
El varón Sagitario vive su vida romántica en un nivel superficial, pero lo plantea con sinceridad. (recuerda que él dijo"querida"; no dijo "esposa", él no es rey, y no estamos en la Edad Media.) Sagitario busca relaciones frívolas, que a veces lo son en tal medida que se convierten en promiscuas.
Sagitario no ajustará a sabiendas un lazo legal con una mentira en el corazón o en los labios, pero de alguna manera puede complicarse en un flirteo que termine en una propuesta matrimonial. Aparentemente, su capacidad de razonamiento le abandona cuando ha picado el anzuelo romántico. No es raro que las mujeres interpreten mal la actitud de Sagitario y piensen que la relación es más seria de lo que en realidad es; eso mismo produce a veces la impresión de que lo que él busca es una relación turbia, cuando en realidad solo quiere conseguir una amistad superficial, no física, o simplemente una chica que sea buena compañera. Parece que en ambos sentidos el Arquero pierde. Pero como tiene suerte, de la mayoría de sus líos sale con bien. No se puede negar que le gusta el flirteo, pero no es únicamente sexo lo que busca; le gusta la variedad y el estímulo mental.
A muchos Sagitario les acusan de coquetear con todas las chicas atractivas que ven, y a veces hasta con la ancianita que vende periódicos en la esquina. Esa injustificada sospecha es ofensiva para el Arquero. Más exacto es decir que la mayoría de las veces no trataba más que mostrarse alegremente amistoso.
No seas celosa, no seas desconfiada. Dale mucha, mucha cuerda si quieres terminar por colgarlo. No le hagas preguntas ni llores ni le acoses ni le amenaces con dejarle. Ahógale con la libertad. Si te tomas la vida con el mismo ánimo con que se la toma él, y a la gente tal como es, reúnes los requisitos básicos para ser la esposa que él necesita. A este hombre no tienes que darle todo lo que él quiera para conquistarle. Limítate a ser lo que él quiere. Se vivaz y despierta, pero deja que él dirija y domine tus energías. Disfruta con los deportes. Sal de campamento con él, pero haz que te acompañe tu San Bernardo. Muéstrate generosa, afectuosa, entusiasta, y no intentes mantenerle todas las noches encerrado en la despensa, haciendo cremas. Y deja bien claro que tampoco él puede reclamar la exclusividad sobre ti. Hazle saber que tú eres un espíritu libre, tanto como él. Jamás eches agua fría sobre el entusiasmo con que abraza sus ideas descabelladas, y ocúpate tú de otras cosas mientras él anda por ahí disparando flechas a blancos imposibles. De esa manera, llegará una maravillosa noche en que te diga sinceramente que tú eres más o menos todo lo que él esperaba en una mujer.
Cuando os hayáis casado, es probable que no tengas problemas con tu familia política. A muchos Sagitario les importan un bledo los vínculos familiares. No aceptan la teoría de que hay que amar a los consanguíneos, a menos que se lo merezcan. Incluso los que sienten afecto por sus padres y hermanos los mantienen a una distancia saludable. Les visitan y les muestran cálido afecto, pero no admiten que los parientes se entremetan en su vida privada. Ocúpate tú de que los tuyos tampoco interfieran.
Mantén siempre una maleta preparada, que tendrás que hacer muchos viajes. Y tendrás que seguir llevando al San Bernardo cuando vayáis de campamento, no ya como perro guardián sino porque a tu flamante marido le encantan los animales. Mantente siempre ocupada y déjale salir solo todas las noches que quiera, sin poner nunca en duda su fidelidad amorosa.
Cuando se enoja, el Arquero es capaz de echar una puerta abajo o de agujerear de un golpe una pared; no hace más que soltar presión, pero complica las cosas. Es mucho más fácil si empiezas por no acusarle nunca de falta de integridad. Cuando haga algo malo, es casi seguro que te lo contará, y esa situación ya será bastante difícil de afrontar, para que te andes preocupando por cosas imaginarías. Prepárate para enfrentar su franqueza, en vez de perseguir falsos rumores.
Respecto a las emociones humanas, sé tan práctica como él; te sorprenderás de la fuerza con que puede arraigar el amor en ese ambiente de sinceridad. La verdad tiene el poder de reforzar la permanencia de una relación. Como le encantan los deportes, esperará que veas todos los grandes partidos por televisión junto con él, pero también te llevará a sus múltiples actividades sociales, si eres divertida y si te gusta la gente. Sagitario no aguanta a las mujeres lánguidas y pegajosas, sin capacidad de contacto social. Se enorgullecerá de cualquier talento que tengas, de manera que esfuérzate por tener alguno. Lee muchísimos libros y prepárate para defender alguna de sus causas, especialmente las causas perdidas.
Es posible que sea un poco derrochón y que de vez en cuando le atraiga algún juego de azar, pero el mismo impulso le hará ser generoso cuando se trata de darte dinero para gastos, Si es un Arquero típico. Probablemente no se opondrá a que quieras trabajar para tener tu propio dinero. Recibirás más de una crítica directa, y más de una vez carecerá de tacto; tendrás que ir acostumbrándote desde ahora. Ignóralas, que ya tendrás bastante con reparar las torpezas que cometa con sus amigos.
Disfrutará más con los niños cuando sean mayores, pero los bebés y los muy pequeñitos pueden desconcertarle un poco. A los papás Sagitario les encanta salir con sus hijos a dar paseos al aire libre. Es posible que se sienta más próximo a los varones y que comparta sus deportes y otras actividades, pero con las niñas será tierno y afectuoso; encontrarán en él más bien un camarada que una imagen paterna. A medida que crezcan se irán acercando más a él. De vez en cuando, su franqueza puede
molestarles, cuando necesiten intimidad; los niños son celosos de sus secretos, y las curiosas indagaciones de Sagitario, amén de sus observaciones nada recatadas, pueden llegar a herir sus sentimientos. Las escapadas juveniles serán para él motivo de diversión más que de enojo, pero esa misma tolerancia les marcará un límite; es probable que sea estricto únicamente si le dicen mentiras. Será una de las pocas ocasiones en que le vean disgustado. No le desatiendas por los pequeños.
El Arquero piensa con el corazón, no solo con la cabeza, y no siempre será prudente; a veces demostrará un valor temerario. Tropezará, se caerá, volverá a levantarse y a intentarlo de nuevo. Pero tú le perdonas casi cualquier cosa, porque dará a tu corazón la satisfacción de un don muy grande: un amor sincero.
El entusiasmo idealista y la curiosidad de un hombre Sagitario son contagiosos. Claro que a veces esa inocente exuberancia puede desbocarse un poco. Es posible que te lance al aire en un momento de loca e impetuosa euforia... y se olvide de recogerte.
Estará casi siempre rodeado de una multitud; para acercarte a él tendrás que abrirte camino entre toda esa gente. Pero no te pongas pesimista, porque este hombre es la personificación del optimismo. Es un optimismo que puede ser peligroso, ya que no es más que una forma de <<fe ciega>>. Esto puede llevarle a una confianza demasiado ingenua que le haga caerse por los charcos. Claro que es fácil caer en los charcos cuando uno va corriendo con un arco y una flecha, mirando siempre hacia el cielo en busca de alguna meta tan elevada que nadie ha tenido jamás el valor de apuntarle... o la absoluta falta de sentido común de proponerse alcanzarla.
Sagitario no es un soñador; sus sueños están siempre sometidos a la lógica implacable y la curiosidad compulsiva de Júpiter, y si resisten la investigación a que se les somete, entonces es probable que resulten tan prácticos como estrafalarios, aunque el mundo no esté todavía maduro para ellos. Una vez ha llegado a la conclusión de que hay alguna esperanza de realizarlos, Sagitario saca su caja de colores y pinta sus sueños prácticos con la imaginación más vivida y desatada que se pueda imaginar.
Su imaginación exuberante puede ser causa de tropiezos y de que las cosas le vayan mal. Pero la Fortuna se especializa en rescatarle justo a tiempo. Sagitario es por lo común hombre de tanta suerte que da asco, y es ilegal.
En el amor: tiene suerte. Y cuando no la tiene, se recupera con rapidez. Se muestra parcial en cuestiones de honradez, pero esa es su única parcialidad; por eso tiene tantos amigos y gente que le quiere bien. Dirige su mirada mas allá de la apariencia
externa de las personas, en busca de un valor más auténtico e intrínseco. No es que no tenga enemigos; los tiene, pero muchos menos de los que pueden acumular otros signos solares.
El pecado del varón Sagitario es la falta de tacto y el atolondramiento, pero no la crueldad deliberada. Su manera de hablar es directa. Es capaz de decir cosas horrorosas. Tienes todo el derecho del mundo a ofenderte si un Sagitario a quien acabas de conocer se te queda mirando con sus ojos brillantes y despiertos, y suelta algo como que eres exactamente el tipo de mujer que un hombre elegiría como querida. Cuando estés a punto de darle con algo en la cabeza, pondrá el gesto más inocente e infantil y te explicará con ingenuidad que lo que quería decir es que en la Edad Media los reyes hacían matrimonios de conveniencia. Entonces, la esposa solía ser una criatura fea y sin gracia, por más sangre noble que tuviera. En cambio, la querida era hermosa y deslumbrante, el tipo de chica con la que ellos habrían querido casarse. Es posible que su explicación consiga calmarte.Claro que no todas las mujeres aceptarían tan rebuscada explicación para una evidente torpeza, pero no importa. Aunque sus victimas estallen indignadas, cuando la cólera se enfría, vuelven a ser grandes amigas de Sagitario.
El varón Sagitario vive su vida romántica en un nivel superficial, pero lo plantea con sinceridad. (recuerda que él dijo"querida"; no dijo "esposa", él no es rey, y no estamos en la Edad Media.) Sagitario busca relaciones frívolas, que a veces lo son en tal medida que se convierten en promiscuas.
Sagitario no ajustará a sabiendas un lazo legal con una mentira en el corazón o en los labios, pero de alguna manera puede complicarse en un flirteo que termine en una propuesta matrimonial. Aparentemente, su capacidad de razonamiento le abandona cuando ha picado el anzuelo romántico. No es raro que las mujeres interpreten mal la actitud de Sagitario y piensen que la relación es más seria de lo que en realidad es; eso mismo produce a veces la impresión de que lo que él busca es una relación turbia, cuando en realidad solo quiere conseguir una amistad superficial, no física, o simplemente una chica que sea buena compañera. Parece que en ambos sentidos el Arquero pierde. Pero como tiene suerte, de la mayoría de sus líos sale con bien. No se puede negar que le gusta el flirteo, pero no es únicamente sexo lo que busca; le gusta la variedad y el estímulo mental.
A muchos Sagitario les acusan de coquetear con todas las chicas atractivas que ven, y a veces hasta con la ancianita que vende periódicos en la esquina. Esa injustificada sospecha es ofensiva para el Arquero. Más exacto es decir que la mayoría de las veces no trataba más que mostrarse alegremente amistoso.
No seas celosa, no seas desconfiada. Dale mucha, mucha cuerda si quieres terminar por colgarlo. No le hagas preguntas ni llores ni le acoses ni le amenaces con dejarle. Ahógale con la libertad. Si te tomas la vida con el mismo ánimo con que se la toma él, y a la gente tal como es, reúnes los requisitos básicos para ser la esposa que él necesita. A este hombre no tienes que darle todo lo que él quiera para conquistarle. Limítate a ser lo que él quiere. Se vivaz y despierta, pero deja que él dirija y domine tus energías. Disfruta con los deportes. Sal de campamento con él, pero haz que te acompañe tu San Bernardo. Muéstrate generosa, afectuosa, entusiasta, y no intentes mantenerle todas las noches encerrado en la despensa, haciendo cremas. Y deja bien claro que tampoco él puede reclamar la exclusividad sobre ti. Hazle saber que tú eres un espíritu libre, tanto como él. Jamás eches agua fría sobre el entusiasmo con que abraza sus ideas descabelladas, y ocúpate tú de otras cosas mientras él anda por ahí disparando flechas a blancos imposibles. De esa manera, llegará una maravillosa noche en que te diga sinceramente que tú eres más o menos todo lo que él esperaba en una mujer.
Cuando os hayáis casado, es probable que no tengas problemas con tu familia política. A muchos Sagitario les importan un bledo los vínculos familiares. No aceptan la teoría de que hay que amar a los consanguíneos, a menos que se lo merezcan. Incluso los que sienten afecto por sus padres y hermanos los mantienen a una distancia saludable. Les visitan y les muestran cálido afecto, pero no admiten que los parientes se entremetan en su vida privada. Ocúpate tú de que los tuyos tampoco interfieran.
Mantén siempre una maleta preparada, que tendrás que hacer muchos viajes. Y tendrás que seguir llevando al San Bernardo cuando vayáis de campamento, no ya como perro guardián sino porque a tu flamante marido le encantan los animales. Mantente siempre ocupada y déjale salir solo todas las noches que quiera, sin poner nunca en duda su fidelidad amorosa.
Cuando se enoja, el Arquero es capaz de echar una puerta abajo o de agujerear de un golpe una pared; no hace más que soltar presión, pero complica las cosas. Es mucho más fácil si empiezas por no acusarle nunca de falta de integridad. Cuando haga algo malo, es casi seguro que te lo contará, y esa situación ya será bastante difícil de afrontar, para que te andes preocupando por cosas imaginarías. Prepárate para enfrentar su franqueza, en vez de perseguir falsos rumores.
Respecto a las emociones humanas, sé tan práctica como él; te sorprenderás de la fuerza con que puede arraigar el amor en ese ambiente de sinceridad. La verdad tiene el poder de reforzar la permanencia de una relación. Como le encantan los deportes, esperará que veas todos los grandes partidos por televisión junto con él, pero también te llevará a sus múltiples actividades sociales, si eres divertida y si te gusta la gente. Sagitario no aguanta a las mujeres lánguidas y pegajosas, sin capacidad de contacto social. Se enorgullecerá de cualquier talento que tengas, de manera que esfuérzate por tener alguno. Lee muchísimos libros y prepárate para defender alguna de sus causas, especialmente las causas perdidas.
Es posible que sea un poco derrochón y que de vez en cuando le atraiga algún juego de azar, pero el mismo impulso le hará ser generoso cuando se trata de darte dinero para gastos, Si es un Arquero típico. Probablemente no se opondrá a que quieras trabajar para tener tu propio dinero. Recibirás más de una crítica directa, y más de una vez carecerá de tacto; tendrás que ir acostumbrándote desde ahora. Ignóralas, que ya tendrás bastante con reparar las torpezas que cometa con sus amigos.
Disfrutará más con los niños cuando sean mayores, pero los bebés y los muy pequeñitos pueden desconcertarle un poco. A los papás Sagitario les encanta salir con sus hijos a dar paseos al aire libre. Es posible que se sienta más próximo a los varones y que comparta sus deportes y otras actividades, pero con las niñas será tierno y afectuoso; encontrarán en él más bien un camarada que una imagen paterna. A medida que crezcan se irán acercando más a él. De vez en cuando, su franqueza puede
molestarles, cuando necesiten intimidad; los niños son celosos de sus secretos, y las curiosas indagaciones de Sagitario, amén de sus observaciones nada recatadas, pueden llegar a herir sus sentimientos. Las escapadas juveniles serán para él motivo de diversión más que de enojo, pero esa misma tolerancia les marcará un límite; es probable que sea estricto únicamente si le dicen mentiras. Será una de las pocas ocasiones en que le vean disgustado. No le desatiendas por los pequeños.
El Arquero piensa con el corazón, no solo con la cabeza, y no siempre será prudente; a veces demostrará un valor temerario. Tropezará, se caerá, volverá a levantarse y a intentarlo de nuevo. Pero tú le perdonas casi cualquier cosa, porque dará a tu corazón la satisfacción de un don muy grande: un amor sincero.
Comentarios
Publicar un comentario