Características Generales del signo Aries





                         Simbolo: El carnero 
                         Período: del 21 de Marzo al 20 de Abril
                         Elemento: fuego
                         Modalidad: Cardinal 
                         Polaridad: Masculina (Yang) 
                         Planeta regente: Marte 
                         Casa: 1 
                         Metal: Hierro, acero 
                         Piedra: Jaspe rojo, diamante 
                         Color: Roj







Las personas nacida bajo este signo son amistosas y con modales energéticos. Se dedican a causas idealistas y defienden coléricamente a los débiles. Son personas que luchan sin vacilación contra lo que les parece una injusticia, y que no se avergüenzan de expresar sus opiniones. La gente de Marte va directamente al grano, sin vacilaciones.

Aries es el primer signo del zodíaco. Representa el nacimiento. Es digamos el bebé recién nacido del Zodiaco. Sus necesidades son lo primero. Como a un bebé, a Aries el mundo le preocupa en la medida que se relaciona con él. Pero también prodiga sus sonrisas y sus favores a quienes satisfacen sus exigencias. Es difícil resistirse a un bebé, su inocencia le rodea por completo y suaviza su agresividad, de la misma manera que la inocencia del recién nacido atenúa su egocentrismo.

A esta ingenuidad se debe que los Aries sean tan intrépidos. Hasta que se queman, no le tienen miedo a nada, ni a nadie. Y aún así , volverán confiadamente a hacer la prueba, una vez que se haya olvidado de la herida. Ellos creen siempre de todo corazón, caen siempre para volver a levantarse y hacen un nuevo intento.

Les gusta fantasear y tejer los sueños más fabulosos, pero como mentirosos no valen. Lo que muestran al mirar es lo que son. Cuando gente más madura se le impone, reacciona chillando y organizando un escándalo hasta que los demás ceden. Con la determinación que surge de su interior le basta para salirse con la suya.

Los Aries suelen tener rasgos decididos, delimitados, raras veces blandos o borrosos. Las cejas, bien marcadas, y  suelen juntarse hasta formar el signo del Carnero ( T ).

 Es posible encontrarle algún lunar o cicatriz en la cabeza o en la cara, que el pelo tenga un tinte rojizo a la luz del sol, y que en su presencia uno perciba chispas invisibles que se escapan en todas direcciones. De movimientos rápidos y fáciles, armonizados con un proceso mental. Tienen normalmente hombros anchos, y caminan con el cuerpo inclinado hacia adelante, guiándose con la cabeza, por así decirlo, y casi siempre con mucha prisa. Son de estructura ósea delicada pero fuerte, y es raro que un Aries resbale y caiga. Su postura refleja una total confianza en sí mismo y en su yo.

Son personas a las que nada aplastan, y el fracaso menos todavía. Un Aries jamás mostrará su decepción, mientras pueda evitarlo. Si alguna vez se le ve llorar sin recato, es seguro que, de alguna manera, el dolor le ha llegado al alma. Ellos prefieren caer muertos antes que mostrar debilidad, y corren el riesgo de lo primero por evitar lo segundo. Es raro que lancen a su alrededor miradas nerviosas. Si lo hacen, es que ya no les interesa seguir hablando. Alguna cosa les ha llamado la atención y se han olvidado de lo que estabas diciendo.

Suelen tener una actitud liberal. También andan un poco escasos de paciencia.
La franqueza y una alentadora honradez configuran el sello distintivo de este signo. Alguno de ellos carecen de estabilidad y exhiben una falta de responsabilidad infantil.

No puede soportar el dolor físico. Nunca será un cobarde moral, pero puede portarse como un marica cuando algo le duele. Todos los Aries, en algún momento de su vida, mostrarán algún comportamiento temerario que les lleve a sufrir heridas. También son probables los cortes y quemaduras, y los dolores de cabeza que pueden llegar a la jaqueca y que es posible se originen en infecciones renales. Será prudente que Aries haga de tripas corazón y visite regularmente al dentista, que se cuide la vista, vigile su dieta, se tome en serio los dolores de cabeza y se mantenga alejado del alcohol (gran combustible combinado con el genio de Marte). Las erupciones cutáneas, los dolores en las rodillas y las molestias estomacales suelen ser los malestares de la gente del signo Aries.

La constitución de Aries es fuerte y recia, si no abusa de ella, como suele suceder. Es capaz de sobrevivir a fiebres que matarían a cualquier otra personas, muchas de las cuales son producidas por su obstinada tendencia a seguir adelante en circunstancias adversas, en el momento inadecuado. Lo que enferma realmente a Aries es su reacción ante el retraso, y lo que le mantendrá alejado del médico es la paciencia y la cautelosa deliberación.

Gracias a su optimismo, es raro que Aries sea víctima de enfermedades crónicas y duraderas, que se generan o se intensifican como consecuencia de la melancolía y del pesimismo. Los signos de fuego son más susceptibles a las fiebres altas, a las infecciones fulminantes, los ataques, la alta tensión sanguínea y las enfermedades agudas, rara vez se puede acusar de tristeza a los nativos de este signo, las semillas de la depresión mueren rápidamente en el suelo de Aries. 

Los Aries se aferran a la preciosa idea de que nadie más puede hacer nada con la eficiencia de ellos, y eso puede conducirles a mil desastres. Aries llevará a la práctica sus planes con confianza, y pocas veces se dará cuenta de que está yendo más allá de sus fuerzas y buscándose una úlcera o un colapso nervioso.

Son personas incapaces de poner en práctica las sutiles tretas de la estrategia. La gente que ha llegado a la cima gracias al duro esfuerzo ve lógicamente con malos ojos la agresividad de un Aries que piensa que él, con mucha menos experiencia, sabe mucho más. Sólo después de muchos fracasos desalentadores aprende el nativo de este signo a ser modesto y humilde. Pero, una vez que lo ha aprendido, es capaz de hacer que un proyecto rinda como un pozo de petróleo, agregándole muchas ideas creativas y haciendo, de manera instintiva, las mejores jugadas. Sólo llega al liderazgo si empieza por respetar a quienes por su capacidad están por encima de él, pero el éxito, cuando llega, suele ser gigantesco e impresionante.

Tenga poco en cuenta su actitud <<primero yo>> especialmente cuando es joven, también puede ser el más cálido y generoso de todos los signos solares. No es cruel, simplemente, cree con sinceridad que él puede hacer cualquier cosa mejor que cualquiera. Si se le da a elegir entre el dinero y la gloria, elegirá indudablemente la gloria. Tiene tanto cariño por el dinero como cualquiera, pero quiere un poco más al elogio y a la fama.

A la gente de Marte se la acusa con frecuencia de tener un carácter terrible... y lo tienen. Pero también son incapaces de mantener su ira durante mucho tiempo y, una vez que ha pasado, los motivos quedan por lo general enterrados y olvidados. A un Aries le duele y le sorprende que alguien recuerde aún las cosas crueles que él dijo. Si tiene oportunidad, Aries le pedirá disculpas a su peor enemigo, no importa que amenaza directa pudo formular cuando era presa de la cólera. Quiere que lo acepten, aunque provoque el rechazo. Es raro que los Aries se enojen con las personas.

Es capaz de intentar decir alguna mentirigilla, si con ello queda a salvo alguno de sus caros ideales, pero la mayor parte de las veces no se vale de mentiras porque siempre le descubren, prefiere decir la verdad. 

Para él la gente es blanca o negra; los matices de gris no le atraen en absoluto. Si en su carta natal hay fuertes influencias planetarias, la impulsiva desconsideración del Aries por los hechos puede ser cruel, pero esto no se da con frecuencia. Ellos se sentirán tan cómodos y se mostrarán tan auténticamente afectuosos comiendo con reyes como con mendigos. Si se gana la reputación de prejuicioso, ello se debe a su tendencia a distribuir a la gente en dos campos diferentes, el de los amigos y el de los enemigos, y además, esperará que cualquiera, si es amigo de él, los clasifique de la misma manera. 

 La gente de Marte es  incapaz de aceptar la derrota: ni siquiera la reconocen, aunque les esté mirando a la cara, muy hábiles en el combate cuerpo a cuerpo, se defienden mejor con la cabeza, es decir con la mente. Disfrutan con los desafío. Tampoco se quedan esperando a que el éxito les llueva; lo persiguen con furiosa obstinación.

Son capaces de mostrar calma, seriedad y prudencia cuando así lo deciden. Por lo general no lo deciden hasta que ha pasado la juventud y la madurez suaviza su áspero idealismo. No les resulta difícil ganarse la simpatía popular, pese a lo cual no son buenos políticos. (Adolf Hitler era Aries)
 Tampoco son los mejores economistas del mundo, son impulsivos al hablar y no soportan los rodeos, dos características fatales para un político. La mayoría de los Aries tiene más éxito en los negocios o en las artes creativas, donde ellos son muy necesarios. 

Una vez que alguien se ha ganado su interés, el Aries le escuchará con atención, especialmente si las ideas de su interlocutor son interesantes y progresistas. Se sentirá encantado con él, y pondrá a su disposición tiempo, dinero, simpatía y lealtad. Si un amigo está en el hospital, es posible que olvide de enviarle una tarjeta, pero le buscará el hospital, lo llevará allí en su propio coche y le recomendará a su propio medico. 

Cuando se decide a ayudar en una situación difícil, Aries no vacilará ante ningún esfuerzo, pero hay que demostrarle gratitud, eso si. Se sentirá profundamente herido al comprobar que no aprecias sus agotadores esfuerzos, que van mucho mas allá del deber y  exceden a lo que vosotros queríais o necesitabais. Disfruta haciendo favores, y cuanto mayor es el gesto caritativo, mejor, pero quiere que se le reconozca lo que hace, aunque es probable que aunque no se le den las gracias, no se niegue a volver a ayudar. Su gran fe en sí mismo só1o encuentra parangón en su ingenua confianza en los demás, y por eso está casi constantemente desilusionado y quejándose de que alguien le ha traicionado. Claro que eso no le afecta durante mucho tiempo. Se rehace, se sacude el polvo, y no tarda en estar otra vez dispuesto para volver a quemarse.

Es sorprendente la sinceridad y la decisión con la que defiende un hecho que él sabe que no es verdad. Si le acusas de falta de honradez, se te quedará mirando, con sus ojos bien abiertos por el horror de que puedas dudar de él. Se venda los ojos y se pone tapones en los oídos para excluir algo en lo que no quiere creer. Seguirá al pie del cañón, luchando con total convicción por la causa perdida. Pero también, en un momento de decisión rápida, puede cambiar de opinión, y cuando esto sucede, se le hace imposible volver al punto de vista anterior. Sigue adelante a toda velocidad, una de las principales razones de su buena adaptación a los lugares y a la gente nuevas.

 Los ultra conservadores, que pesan cada palabra y cada decisión, sacan de quicio a las almas de Marte, que pueden ser claros para comunicar su fastidio y su frustración, por este motivo, en ocasiones se hacen acérrimos enemigos de gente mayor y más prudente.

Aries tiene en su naturaleza una faceta de inocencia y de avidez, y una especie de fe ingenua, eterna  y alegre, mezcladas con el fervor ciego del cruzado nato. Su metal es el hierro, y su fuerza indoblegable le da nueve veces mas vidas que a otros para vivir; nueve veces mas oportunidades de ganar la batalla. El fuego que consume su espíritu puede ser una antorcha llameante que ilumine el camino del valor para cualquiera capaz de reconocer su idealismo.

Es el que abre caminos, el que siempre lleva adelante a los otros hacia una meta imposible. Su fe, bella y férrea, es pura, sin hipocresía ni codicia. Es raro que amase una fortuna, y si llega a hacerlo, no tendrá tiempo para detenerse a contarla. Podéis contar con su dinero, su ropa o su tiempo. Él siempre tiene algo que le sobra, por mas estrecho o pobre que pueda encontrarse. Él sabe que el pan que se arroja a las aguas no sólo alimenta su yo y vuelve en mayor cantidad, sino que hace feliz a la gente, y esa es una de las cosas que más le gustan en la vida.

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