La Mujer Tauro


Una mujer Tauro es una mujer alta. Aunque no llegue a medir un metro y medio, puede alcanzar la altura suficiente para hacer frente a casi cualquier emergencia en la que pueda situarla la vida. En muchos sentidos, la mujer Tauro es la sal de la tierra, una combinación de las más preciosas cualidades que todos los hombres buscan, y que rara vez encuentran. Es capaz de exhibir un genio violento que llevará a un fuerte varón a refugiarse corriendo en los bosques, pero no se entregará a un acceso de cólera si no la provocan, si nadie la atormenta más de lo que puede soportar un ser humano, será capaz de jugar con limpieza la partida de la vida, con admirable serenidad. 

Su sinceridad básica no conocen la dilución de las lágrimas. La muchacha Tauro aventaja en valor moral y emocional a más de un recio varón, pero tiene suficiente confianza en su sexo para dejar que el jefe seas tú, si eso te gusta. Si tú no te haces cargo, es posible que tome las riendas y sea ella quien se encargue de dirigir las cosas, aunque preferiría que fuera al revés. Lo que busca es un hombre de cuerpo entero, porque sabe que ella es una auténtica mujer, y está orgullosa de serlo. Para ella, ser mujer no significa ser una coqueta incorregible, una cabeza hueca o una gatita que se finge débil para salirse con la suya. 

No tardarás mucho en darte cuenta de que tiene su propia opinión, y de que es lo bastante fuerte como para no necesitar ponerse fastidiosa para conseguir su objetivo. La mujer Tauro encierra en sí el autodominio suficiente para sujetar un tiro de caballos, si decide hacerlo. Y esperamos que así sea. 

Con ascendente en Aries, Leo o la Luna puede esperarse de ella alguna que otra crueldad o frecuentes tormentas emocionales, y con fuertes influencias de Piscis o de Géminis en su carta natal es posible que sea más inquieta e indecisa, pero la típica mujer Tauro practica el dominio de sí en todos los ámbitos de la vida y casi continuamente. Y es bueno que eso ocurra, porque su exterior normalmente plácido oculta una naturaleza sensual que vale la pena investigar un poco. 

Los hombres aprecian siempre su generosa tendencia a tomar a la gente como es. Se siente tan cómoda con un hombre de ciencia como con el tragaespadas del circo. Los dos hacen aquello para lo que nacieron, ninguno de los dos es un impostor, y eso es lo que a ella le interesa. 

Sus mejores amigos pueden ser criaturas espeluznantes, pero siempre se tratará de seres reales. Cuando tropieza con alguien que le disgusta, la mujer Tauro no inicia una campaña para destruirlo, ni enfrenta o desafía sus ideales y sus motivos. Lo evita, simplemente. Con sus enemigos puede mostrar una helada indiferencia, pero si tú te cuentas entre sus amigos, te será leal. Su decisión de serte fiel hará que la amistad parezca una relación circunstancial. Si eres su amigo, de alguna manera ella justificará tus acciones. Hay un pequeño detalle, claro: ella espera tercamente de la otra persona su misma fidelidad ciega y su invariable lealtad. Y si a cambio de la suya no le ofreces una devoción total, puede enfurruñarse en un rincón como una triste nube gris de resentimiento acumulado.

 La mujer Tauro normal acepta el masculino deporte de mirar a las muchachas. Tauro no se pondrá roja de furia cada vez que tú admires a una chica bonita. Para encender su cólera hace falta algo más que un simple flirteo o un beso de despedida en la mejilla de una buena amiga. Si sobrepasas los límites de su idea de lo que es jugar limpio, puede llegar a ser temible, pero la línea está trazada con cierta generosidad. Tendrá que sentirse muy acorralada para que estalle con la furia típica del Toro. Puedes hacerle un guiño a esa cajera tan bonita, pero no pongas demasiado a prueba la paciencia de tu chica Tauro. Por inagotable que parezca, tiene sus límites, y si nunca la has visto enfurecida, mejor que siga así.

Tauro no es una mujer dominada por objetivos mentales, sin que eso quiera decir que no sea inteligente y despierta. En cuanto a seso, está a la altura de los hombres y de las mujeres más dotadas, pero no le preocupa demasiado entender la teoría de la relatividad. Los títulos universitarios múltiples no la fascinan ni la impresionan. Una mentalidad práctica, el sentido común y la capacidad de entender lo fundamental de cualquier tema son lo esencial en ella. Tauro no es una intelectual que se divierta leyendo, no es su fuerte. Su pensamiento es práctico y sólido, sin adornos ni demostraciones de calistenia mental. 

Tiene los pies bien plantados en la tierra, y en sus firmes talones no hay el menor indicio de que puedan asomar alas. Es raro que las mujeres Tauro sean inquietas; no pierden ni la cabeza ni el equilibrio. Normalmente, la perspectiva taurina es recta y segura, sin deformaciones ni distorsiones (aunque la Luna en Géminis puede provocar en ella algunos remolinos). Es una criatura estrictamente física, para interesarle a ella, un objeto o una idea tiene que actuar sobre sus sentidos. Tauro se desentiende por completo de cosas que son <<buenas para ella>>, que <<todo el mundo hace>> o que la <<estimularán mentalmente>>. Si acudes a ese tipo de persuasión la harás bostezar. Para que reaccione con auténtico interés, ella tiene que encontrar alguna satisfacción sensual en todo lo que hace.

Es raro encontrar a una mujer Tauro acomodando en un jarrón unas cuantas flores artificiales. Para ella las flores deben ser reales y tener su propia textura o fragancia. Su perfume será por lo común exótico y persistente, aunque algunas Tauro se inclinan en sentido opuesto y prefieren la fragancia de un cutis y un cabello limpios hasta la exageración. A las muchachas de este signo les conmueven las sábanas recién lavadas e impregnadas del suave olor del sol. Los olores desagradables la afectan con la misma intensidad, aunque en sentido opuesto. 

 También los colores exaltan sus sentidos, cuanto más intensos mejor. Todos los matices del azul te ayudarán a debilitar su resistencia, al igual que el rojo y el rosado. En la comida exigirá el sabor justo, y será generosa con los condimentos (a no ser que tenga ascendente en Virgo o en Capricornio). Siempre será buena idea, si vas a visitarla, ir con el estómago vacío. La Tauro típica puede conquistarte cocinando, y su cocina es una verdadera trampa para cazar hombres. 

Los sonidos armoniosos y los efectos visuales bellos la atraen como un imán. La mayoría de las Tauro tienen talento para la música y el arte o saben apreciarlos, en todo caso. Es posible que sean  muy buenos los dibujitos que hace distraída mientras habla por teléfono. Si la invitas a salir, los conciertos y las exposiciones son muy buena idea, y para una luna de miel piensa en las cataratas del Niágara. La majestuosidad de la naturaleza la dejará arrobada. Si el Niágara resulta demasiado caro, entonces llévala a un parque de diversiones.

Es rara la mujer Tauro que nunca haya estado en una granja ni viajado por el país como autostopista, y a quien no le guste montar a caballo e ir de pesca. La tierra la atrae con su llamada seductora, y ella responde echando los brazos al cuello de Madre Natura, con auténtico arrebato. Si quieres que con la misma autenticidad te abrace a ti, procura no poner música estridente, no comer ajo sin hacer gárgaras después y no vestir con colores disonantes. 

Por último, está el sentido del tacto. Los tejidos que usen serán suaves y agradables al tacto, nunca irritantes, y lo más probable es que Tauro se vista con sencillez y buen gusto. Su naturaleza sensual tal vez no llegue al punto de usar ropa interior de encajes y vestidos rebuscados (a no ser que haya un ascendente en Leo o Piscis, o influencia lunar). Prefiere la ropa sencilla y deportiva, los conjuntos caros pero sin exceso de adornos y detalles, y en el vestir persigue ante todo la comodidad; también en las tiendas prevalece su sentido práctico. Si en su carta natal es fuerte la influencia de Acuario, es posible que alguna vez se chifle un poco por los trapos, pero incluso en esas ocasiones lo que elija servirá a algún propósito utilitario.

A medida que la conozcas mejor, te darás cuenta de que esta muchacha puede ser una torre de fuerza. Rara vez se muestra exigente, salvo en lo que se refiere a lealtad, y su disposición es generalmente estable, terrenal y agradable. A la gente le encantan sus modales fáciles y directos; Tauro es tan calmante como un baño templado. Y probablemente a ella le gusten los baños templados, con montones de aceites, lociones y burbujas.

Tal vez tengas que aprender por dura experiencia que a una mujer de este signo no le gusta que la contradigan, especialmente en público; pero eso puedes evitárselo teniendo presente las características de su signo solar. Recuerda que le gusta hacer las cosas con lentitud. Si la presionas se irritará, y no es prudente hacer irritar a una mujer Tauro, es raro que se muestre impulsiva, pero si la pinchas puede llegar a ser violenta.

La maternidad le sienta a las mil maravillas. Tauro es tierna con los bebés y adora a los chiquillos, pero a medida que crecen, tiende a mostrarse demasiado estricta y exigente con los niños. En las mujeres Tauro hay una vena de inflexible terquedad que hace que les resulte difícil aceptar los múltiples y confusos cambios de la adolescencia. La madre Tauro se enoja cuando no se respeta su disciplina. No aguanta desobediencias ni desafíos, que despiertan toda la furia del Toro. También se le hace difícil tolerar la ociosidad o el desaliño, de modo que lo más probable es que los chicos aprendan a mantener la pulcritud en su cuarto.

El amor de este signo por la belleza y la armonía impide que los nativos acepten con calma la falta de esmero y la dejadez. Hijos desordenados y casa desarreglada pueden hacer que la madre Tauro lo vea todo rojo. Fuera de esto, será buena madre y, con los años, sus hijos encontrarán en ella más bien una amiga que una imagen materna. La mayoría de los retoños la recuerdan como una madre cálida y maternal durante sus años de infancia, y una compañera con gran sentido del humor con el correr del tiempo. Los años intermedios, aquellos en que la impaciencia juvenil choca con la firme determinación del Toro, pueden dejar algunos recuerdos desagradables. Pero la madre Tauro defenderá leal y valientemente a sus hijos de los peligros externos y les enseñará a imitar su propia honradez y valentía.

Las mujeres Tauro jamás son remilgadas. Es raro verlas llorar o quejarse. Son las mujeres que sin decir palabra se ponen a trabajar hasta que el marido termine sus estudios de medicina o toman un trabajo para hacer en casa si la familia pasa por una crisis financiera. Pese a la lenta deliberación de sus movimientos y a su frecuente necesidad de descanso, las mujeres Tauro no tienen nada de holgazanas; trabajan con empeño. Son capaces de treparse a una escalera para rascar o pintar las paredes con la fuerza de un hombre, pero necesitan de una siesta por las tardes, para recuperar fuerzas.

 Tauro marcha orgullosamente junto a su hombre, y es raro que intente dejarlo atrás o cobijarse en su sombra. Más de una mujer Tauro ayuda en sus estudios a su marido, si él está siguiendo cursos especiales en su carrera profesional. En estas cosas, es una compañera excelente. Las Tauro jamás esperan que las mantengan sin aportar algo, y se sienten muy mal con un hombre que a su vez no aporte, aunque tratan de soportar la situación del mejor modo posible. 

A las mujeres Tauro les disgustan todas las formas de debilidad. Su impasibilidad ante el dolor o el estrés emocional es casi milagrosa, y en ocasiones supera incluso a la de la mujer Escorpio, pero jamás deja que los sentimientos anulen su sentido práctico.

La chica Tauro espera que él se ocupe de ella y administre con sensatez la economía de la familia. Y cuando se trata de muebles y de comida, espera la mejor calidad, pero también está alerta a las gangas y es capaz de esperar para tener los lujos que anhela. Dado su instinto de estabilidad, no le resulta atractiva una fortuna rápida y sin cimientos firmes. Prefiere ver que construyes cuidadosamente, de cara al futuro. Para ella es importante producir buena impresión, y son muchas las Tauro que respaldan al marido en su búsqueda de seguridad, invitando a cenar a gente influyente.

Una esposa Tauro es el espíritu de la hospitalidad. Es de las que se quedan en vela noche tras noche, cuidando a un niño enfermo, y ruegan por su salud con una fe sólida como una roca, y de las que tiernamente pueden devolver la esperanza a un hombre a quien el mundo ha golpeado, infundiéndole confianza con su propia intrepidez. Es tan confiable y predecible, tan capaz de arreglar una tubería rota o de cambiar un fusible quemado como de hornear un pastel de cerezas o coser un botón. En su corazón hay siempre lugar suficiente y amor bastante para acoger en su hogar a amigos y extraños, y su casa será un puerto para quien acaba de salir de una tormenta. Las Tauro son<<mujeres altas>>.

Comentarios

Entradas populares