La Mujer Virgo



Si te imaginas a la mujer Virgo como una doncella dulce y virginal, lamento estropearte la imagen, pero una mujer Virgo es capaz de dejar a su marido por un hombre que conoció en algún lugar remoto, de tener un hijo de su amante sin preocuparse del matrimonio y de enfrentar con la cabeza bien alta a un mundo hostil. Nada de eso es muy virginal.

Básicamente es tímida, pero una mujer Virgo es una mujer, con todas las armas y astucias necesarias, incluso una férrea determinación de perseguir la felicidad sin importarle a dónde la lleve el camino. Algunos punzantes espinos en la ruta no harán que gima débilmente pidiendo ayuda.

Su mentalidad es pura. Pero también el amor es puro; el verdadero amor, y a Virgo no le interesa el de ninguna otra clase. Una Virgo que considere imperfecto su matrimonio y encuentre un amor (o crea haberlo encontrado, lo mismo da), no vacilará en cortar los antiguos vínculos. Por más que deteste destruir el círculo de la familia, Virgo detesta más la hipocresía. Una vez que haya aceptado un amor como ideal y verdadero, la pureza de la idea que ella tiene de la relación tiene primacía absoluta sobre todos los pedazos de papel legal del mundo.

Es la única mujer del zodiaco que puede ser absolutamente práctica y divinamente romántica al mismo tiempo. Virgo puede mostrarse fiel a su genio cuando se ve ante una decisión difícil. En una situación así, se angustiará al extremo ante la reprobación social, pero la angustia no alterará su conducta, como no alterará tampoco la pureza de sus motivaciones.

Una vez que el amor de Virgo se enciende, arde y con su intensidad puede dar motivos de vergüenza a las pasiones de otros signos solares. Sin embargo, para encenderlo puede hacer falta cierto tiempo. Los aspectos físicos y ardientes del amor pueden estar un tanto suavizados en las mujeres típicas de Virgo, pero hay en ellas una misteriosa y serena cualidad, una <<pasión del espíritu>> que, para los hombres que prefieren la delicadeza en el amor, es una cualidad satisfactoria.

Es una perfeccionista, pero eso no significa que sea perfecta. Tiene sus rasgos negativos, que pueden ser bien fastidiosos. Para empezar, las mujeres Virgo están tercamente convencidas de que nadie puede hacer las cosas con tanto orden y eficiencia como ellas. También son insoportables con la puntualidad.

Cuando se sienta molesta o irritable, no te hará una escena ni te tirará botellas a la cabeza, pero puede ponerse arisca y quisquillosa si la haces enojar. También puede ser que te riña, directamente. Alguna vez es posible que una mujer Virgo llegue a parecerse a una arpía, pero en general no llegan tan lejos. Llévale flores, admite que te comportaste mal y no discutas. No te servirá de nada, a Virgo no podrás vencerla. Su elemento es la tierra, de modo que valora las creaciones de la naturaleza, y un ramillete puede calmar su irritación.

En cuanto a las disculpas, que sean breves y precisas. Nadie puede tomar por tonta a Virgo. Su claridad de visión detectará la más elaborada de las mentiras del más hábil enredador. Puede ser limpia en sus intenciones, pero desde luego no es ingenua. No quiero decir que vaya a revisarte la ropa que envías al lavadero, por lo menos mientras no estéis casados. Después, como estará en su casa, no se sentirá tan culpable al hacerlo.

Son mujeres que padecen un bloqueo mental cuando se trata de admitir sus propios errores, de manera que será prudente que te ahorres el intento. Por frustrante que sea, la mayoría de las veces tendrá razón. Cuando hayas conseguido que vuelva a su estado de ánimo normal, es tan deliciosa que ya no te importará quien ganó o perdió.

Te resultaría provechoso seguir sus consejos financieros, o dejar que sea ella quien organice el presupuesto. Es concisa y práctica, y capaz de detectar pequeños errores que hasta a un contable público se le escaparían. (Salvo que tenga influencias negativas en su carta natal, o que tenga un ascendente impulsivo.)

Si empiezas a salir con una mujer Virgo, pule tus modales y tu gramática. No verá con buenos ojos que uses lenguaje de cuartel o te pongas a masticar apio muy cerca de sus oídos. Tampoco pasarás el examen si eres desaliñado en el vestir.
 
Las mujeres de Virgo no se van a los extremos. Ella puede cuidarse sola, pero para hacerlo no necesita portarse como un hombre. No la abrumes con tus encantos físicos ni la abraces como un oso cuando vais en el metro; tampoco precipites el beso de despedida la primera vez que salgáis juntos, ni tal vez la décima... espera el momento justo. En general, procura evitar las escenas sobreactuadas. Muévete con lentitud, con gracia y con gusto.

 La emoción dramática, sirven de escape para sus propias emociones, tensamente controladas. Además, como crítica es excelente. El desarrollo de su intelecto y su gusto artístico, combinados, explican la agudeza de su percepción. Casi siempre, una mujer Virgo se adelantará a los comentarios de los críticos. Para definirla, discriminación es una de las palabras claves. Le encantan las obras de teatro, los conciertos y los libros, pero critica severamente su contenido, de la misma manera que te criticará la forma de peinarte, por no hablar de lo que dices y de lo que haces.

Para ella, criticar es tan natural como respirar para ti. Virgo es la eterna perfeccionista. Pero no se te ocurra criticarla a ella, que eso va contra las reglas. Lo que ella te hace, es mejor que tú no se lo hagas. La cristalina claridad de su pensamiento hace que, por dentro, tenga tanta conciencia de sus propias imperfecciones como de las tuyas, y como la evaluación que hace de sí misma es tan frecuente como severa, de ahí que tenga la sensación de que no necesita que tú la ayudes. De ella se puede decir con verdad que es <<el peor de sus críticos>>.

Lo bueno de enamorarte de una mujer como ella es que se hará cargo de todas tus preocupaciones, y es posible que incluso disfrute con ello. Evitará que caigas en el ridículo sin hacerte sentir disminuido en tu hombría.

En cuanto a la fidelidad, las mujeres Virgo que alguna vez dan unos pasos por la senda de la promiscuidad tienen la habilidad suficiente para ocultar el traspié. Lo habitual es que, si te ama de veras, puedas dejarla tranquilamente durante un mes en una isla desierta, con el hombre más atractivo que conozcas. ¿Dos meses? Bueno, la mujer Virgo es humana, en definitiva.

Tiene un corazón más cálido de lo que se imagina la gente, y sus emociones pueden volverse tormentosas, aunque no se tome el trabajo de anunciarlo en la cartelera. La naturaleza emocional de Virgo es contenida, pero no inexistente.

Aunque sean fastidiosamente meticulosas con las pequeñeces, las jóvenes Virgo también pueden ser las criaturas más generosas, afectuosas y buenas del mundo. Considera su perfeccionismo como una virtud y no como un vicio. Aun en los momentos en que te irrite con su actitud crítica, encontrarás en ella algo encantador que es totalmente irresistible. La suavidad de sus modales y la dulce claridad de sus ojos han funcionado como debían. Es probable que hayas descubierto incluso lo divertida que es cuando no se la presiona, y lo despierto que es el ingenio que se oculta en su linda cabecita. Hay algo amable y extraño en la risa de la mujer Virgo, que cuando se suelta suena como un repique de campanillas.

Como no tiene ilusiones, no intentes venderle espejismos. Para ella, la verdad es belleza, y la belleza es verdad. Solamente con alguien en quien confía se compartirá ella, cautelosamente, y para Virgo las cosas pequeñas significan mucho.

Pese a su modestia y timidez naturales, tiene la fuerza suficiente para que otros puedan encontrar en ella consuelo ante la tormenta. El silencioso valor y el profundo sentido de la responsabilidad de la mujer Virgo actúan con frecuencia como un mágico cemento que mantiene unidas a las familias grandes.

Es probable que sea buena cocinera. Encontrarás tu casa limpia y acogedora, y sobre la mesita del café un gran tazón lleno de manzanas, no de bombones de chocolate (que son perjudiciales para los dientes y para la salud). Probablemente nunca verás a tus hijos corriendo por el barrio con las narices sucias, la cara pringada de mermelada o las zapatillas rotas. Ella se ocupará de la disciplina.

Es raro que la mujer Virgo tenga más de uno o dos hijos, parece que la maternidad no fuera necesaria para satisfacer su feminidad. Pero una vez que el bebé haya irrumpido en su vida, Virgo jamás olvidará sus necesidades físicas, morales o educacionales. Es posible que no le resulte tan fácil satisfacer a su hijo en sus necesidades emocionales,  pero si se siente segura de tu amor y sabe que la valoras, se relajará y los rodeará de cálido afecto. Los pequeños suelen hallar gratas y dulces a las mamás Virgo. Dentro de su firmeza y de su empeño en inculcar buenos hábitos, tienen un toque de ternura que da al niño la seguridad de su amor.

Frecuentemente, la encontrarás cosiendo o remendando y, si tu mujer es típica de su signo, es posible que tu casa esté llena de una mezcla celestial de perfumes: el de las flores frescas y el del pan casero que sube, crujiente, en el horno. Muy gratos al llegar a casa.

Cuando estés enfermo, te cuidará como un ángel, y jamás te pondrá en una situación incómoda. Será pulcra en el vestir, y con ella podrás hablar de algo más que de pañales. Recibirás toda la lealtad y devoción que te mereces, y ella no te hará escenas de celos. Guardará en su corazón tus secretos, te ayudará a organizar tu trabajo, y no es probable que su cutis se arrugue al alcanzar la madurez. Sus ojos son frescos lagos de puro amor y, cuando sonríe es capaz de iluminar toda la habitación. Mejor que la cuides, que tal vez nunca volverás a tener tanta  suerte.

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