El Hombre Tauro







Tal vez te imaginas al típico nativo de Tauro como un hombre práctico y callado, sensato y a ras de tierra. Es verdad; así es. Quizás observes también que es lento para pasar a la acción, deliberado y cuidadoso. También es cierto. Y de todo ello deduces que, lógicamente, no es muy romántico. Te equivocas.

El toro puede tardar mucho tiempo en decidir si te quiere como mujer. No será él quien se arroje a la piscina del romance, para descubrir que alguien se olvidó de llenarla de agua. Pero una vez que haya llegado a la decisión de que eres tú, y una vez que su mira sea conquistarte, hará que el enamorado de Libra parezca un aficionado. Puede incluso avergonzar al León flechado y al apasionado Escorpio.

Tu sensato, lento, práctico y decidido varón Tauro es capaz de enviarte todos los días una rosa roja hasta que te rindas a su asedio. Incluso puede escribir una oda poética y enviártela tímidamente por correo, sin firmarla, seguro de que tú sabrás quien la manda. Como enamorado, Tauro es tierno, suave y protector. Su naturaleza sensual le hará sensible a tus perfumes exóticos, a la tersura de tu piel y a la suavidad de tu pelo. Es posible que no te lo diga directamente, pero encontrará la forma de hacerte llegar el mensaje. En el Toro, el sentido del tacto es una cosa tangible.

Este signo terrestre, fijo y negativo, está lleno de contradicciones en amor. A Tauro le gustará verte envuelta en pieles suntuosas y colores profundos. Puede llevarte un ramillete de violetas recién cortadas para tus pieles, y a la ancianita que las vende le dejará una enorme propina en la cesta, porque le recuerda a su madre. La música removerá sus emociones y lo pondrá en estado de ánimo más favorable al amor. Es casi seguro que tiene una canción favorita que le hace acordarse de ti cada vez que la oye. Si necesitas más pruebas de lo romántica que es su alma, el hombre típico de este signo te ayudará a formar tu ajuar con regalos de cumpleaños de porcelana y platería, y para Navidad le verás llegar cargado de paquetes misteriosos y chucherías sentimentales. Es de los que sugieren nadar a la luz de la luna, ir de picnic a un bosque fresco y tranquilo, y caminar bajo las estrellas por una senda campestre.

Cuando un hombre Tauro te corteja lo hace de verdad. Lo más probable es que te lleve a cenar a restaurantes sensacionales, con violines y luz difusa, y que jamás se olvide del día en que os conocisteis o de cualquier otro aniversario de los dos.

El Toro no es un soñador desaforado como el varón de Acuario. Tauro no te levantará en el aire como haría Leo, ni te prometerá llevarte en una nube rosada a vivir con él en un castillo, como Aries. Lo más probable es que algún sábado por la noche llegue con los planos de la casa que piensa construir para ti, de manera auténtica. Este hombre se lo toma en serio. Y realmente, eso no puede ser motivo de queja.

Sus gestos sentimentales, su galanteo práctico y grato pueden ser tan satisfactorios como los osados arrebatos de un Don Juan... y a veces mucho más. Pero naturalmente, una escapada romántica con Tauro tiene sus desventajas... no todo es vino y rosas. Para empezar, tendrás que acentuar tus actitudes más femeninas. Ningún Tauro aguantará a una mujer gritona y masculina. Si tienes opiniones bien definidas, no se las impongas ni te jactes de ellas en público. En privado, Tauro respeta a la mujer inteligente, pero será mejor que permitas que él sea el más brillante de los dos cuando salgáis a bailar juntos... e incluso si no hacéis más que estar sentados en un restaurante. Si te jactas de mujer emancipada en presencia de sus amigos, puedes esperar una de dos reacciones. Si es un Toro de los primitivos, lo más probable es que te de un empujón y te zarandee. Si es del tipo más sofisticado, simplemente se cerrará como una ostra delante de todo el mundo, sin volver a decir palabra durante el resto de la noche, hasta que tú te sientas incómoda. También los amigos estarán incómodos. Una situación así puede estropear una velada, eso sin contar cómo te corta la inspiración. Tu primer impulso será tratar de arreglar las cosas, pero el intento de sacar a Tauro de su obstinación es inútil.

Es raro que un Tauro deje a su mujer sola y desprotegida entre los lobos, por muy intenso que sea su enfado. Se la lleva consigo, de manera que no te hagas a la idea de quedarte para disfrutar de la comprensión de los demás. Cuando él se vaya, te vas tú. Y permíteme que te aconseje que te disculpes antes de llegar a casa, porque él no lo hará. Refugiarte en brazos de mamá tampoco te servirá de nada. Comparte con él la mesa y la cama, en tanto que él pague el alquiler. La interferencia de la suegra es lo último que está dispuesto a aceptar un Tauro. La  primera vez que intentes el recurso de <<irte a casa de mamá>> será probablemente  la última. Después de haberlo visto furioso una vez, tus padres preferirán echar llave a la puerta y dejar que resuelvas sola tus propios problemas.

Es sumamente paciente, demasiado práctico, y ama demasiado su libertad, para estar bien con una mujer que se le pegue como un sello. Nadie puede ser más bondadoso, gentil y tolerante que Tauro, cuando siente segura su masculinidad. Es capaz de hacer cualquier cosa en el mundo por la mujer que ama, salvo dejar que ella lleve los pantalones. Su humor suele ser basto y ridículo. Pero cuando la fiesta termine, el Toro no seguirá haciendo el papel de bufón.

Le gustan los estudios de mercado, y es raro que se meta atropelladamente en un galanteo serio. Es posible que la chica a quien invita al cine todos los sábados por la noche, desde hace un año, se pregunte intrigada cuando ira la cosa en serio. Tauro necesita tiempo, pero una vez que ha puesto sus miras en una mujer determinada, no se desvía de su camino. Hasta es posible que olvide su sensatez y su cautela. El varón típico de Tauro es ciego para cualquier advertencia de incompatibilidad cuando ha sido alcanzado por la flecha de Cupido. Cuanto más se empeñen sus amigos en señalarle posibles obstáculos, más obstinado se mostrará. Por consiguiente, suele suceder que Tauro cometa el error de enredarse con signos de aire y de fuego, cuando en la mayoría de los casos se lleva mejor con los de tierra y de agua. A veces, la combinación resulta beneficiosa. Los opuestos pueden atraerse y seguir atrayéndose. Pero cuando no sucede así, Tauro necesitará mucho tiempo para superar las cicatrices de un divorcio antes de que esté dispuesto a empezar de nuevo con una mujer que armonice mejor con su propia disposición.

Las perspectivas financieras con un hombre de Tauro son por lo general excelentes. Pocos Tauros dejarán de alcanzar, si no la riqueza, la seguridad por lo menos. Hay entre ellos quienes juegan al juego del Monopolio con dinero de verdad, y ganan. El Toro consigue con igual facilidad bienes raíces y dinero efectivo. Es probable que adore el campo, el fútbol, la pesca y el camping. En todo caso, le gustarán las flores, la jardinería y los largos paseos a pie.

Es hombre de la cabeza a los pies, de modo que le gusta la buena cocina casera, a la antigua, con muchas patatas y salsa, y el pastel de manzanas como el que solía hacer mamá. Cómprate un buen libro de cocina, aunque él también estará dispuesto a llevarte con frecuencia a cenar fuera. Un Tauro típico no espera que su mujer sea esclava de la cocina.

Como padre, el Toro es perfecto. Aunque piense que es importante tener un varón que perpetúe el apellido, será especialmente tierno con las niñas. El padre Tauro es cariñoso, cálido y tierno. Tauro impondrá elevadas normas a sus hijos y esperará que sepan respetar la propiedad y las posesiones. Es un padre paciente, a quien no le importará que los niños sean lentos para aprender las lecciones, con tal que las aprendan bien. Está convencido de que a las mentes jóvenes hay que llevarlas lentamente hasta la madurez. Tal vez encuentras que pone demasiado el acento en las cosas materiales, y que cubre a los niños de regalos caros, que ellos no saben valorar. Pero también los cubrirá con su tiempo y su dedicación, y cuando sea necesaria no faltará su mano firme para la disciplina. En general, vivir con papá Tauro puede ser una grata experiencia, llena de amor (salvo en las raras ocasiones en que el Toro carga ciegamente, lleno de furia, y toda la familia corre a esconderse detrás del piano).

El marido típico Tauro es generoso hasta el exceso con su mujer. No te privará de buenas ropas, perfumes y chucherías; tendrás muebles elegantes, pero prácticos, y la despensa siempre llena. Es raro que el Toro ahorre en muebles, ropa o comida, pero tampoco el dinero le hará agujeros en los bolsillos. Le gusta el lujo, pero no está menos enamorado del dinero, y tomará medidas para que el suyo sirva para comprar algo más que las palabras de un vendedor.

Es un hombre que trabaja mucho y necesita mucho descanso. Ocúpate de que no le falte, porque cuando está cansado y no se siente bien, puede convertirse en un gruñón insoportable. Él vive la vida a su propio ritmo, que es tranquilo, y no se deja urgir ni llevar por delante. Su velocímetro no registra más que una velocidad: moderada.

Los intentos de hacerle girar en una continua actividad social están condenados al fracaso. Al Toro le gusta recibir en su propia casa, pero prefiere unas pocas personas de intereses afines y no una multitud. Invita a los viejos amigos, o a los que tengan metas y ambiciones importantes, y se mostrará cordial y hospitalario. Si insistes en abarrotar su casa de tipos frívolos y sin nada en la cabeza, es posible que simplemente desaparezca de la escena... a veces para siempre.

Si eres su mujer, no podrás pedir hombre mejor. Nadie te tratará jamás con tan graciosa consideración, y por eso, realmente merece ser respetado. El amor de Tauro es simple, llano y sincero. Su naturaleza afectuosa y la atención con que te halagará harán que te sientas segura de ser amada, pese a todos tus defectos y fallos. Tauro ofrece una lealtad y una dedicación perdurables, con un corazón fiel; y todo eso significa seguridad afectiva. Si a eso se une la seguridad financiera y el espíritu romántico, no tienes nada más que pedir. Estamos de acuerdo en que es obstinado, pero no olvides que la obstinación, según como se la mire, es paciencia, y la paciencia es una virtud rara.
 

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